lunes, 15 de diciembre de 2025

Lesiones en la carrera: causas, síntomas y medidas preventivas

 

Correr es un deporte de movimientos repetitivos y, por tanto, cuando no se realizan de una manera óptima (fallan la correcta alineación de nuestras estructuras óseas, musculares, ligamentosas y tendinosas) empiezan a aparecer las lesiones.

Igualmente, como corredores, necesitamos una biomecánica y calidad de movimientos adecuados para prevenir lesiones, y los factores de riesgo son los inherentes a cada persona: edad, experiencia, técnica de carrera, salud, estrategia nutricional… Vamos a ver cuáles son las principales lesiones que atacan a los corredores y cómo prevenirlas y tratarlas a grandes rasgos:

Fascitis plantar

Con casi total probabilidad la lesión más frecuente entre los corredores es la fascitis plantar y si le sumamos que es una de las causas más habituales que puede retirar al corredor de la actividad deportiva durante un periodo de tiempo prolongado, se convierte además en una de las lesiones más temidas.

El principal síntoma cuando se sufre de fascitis plantar es dolor matutino: con los primeros pasos al levantarnos de la cama (es decir, tras un reposo prolongado después de iniciar la actividad) aparece el dolor, que va desapareciendo según vamos dando más pasos.

Es frecuente no presentar dolor mientras corremos, pero que, cuando se nos enfría el pie, se incremente éste (nunca es un dolor referido ni irradiado).

Los tratamientos convencionales para tratar la fascitis no son efectivos en muchas ocasiones porque, en el año 2003, el doctor en medicina pediátrica Harvey Lemont descubrió en su estudio realizando biopsias de la fascia plantar que no se trataba de inflamación del tejido sino de degeneración.

Es desde esa fecha que se empezó a hablar de fasciosis plantar en lugar de fascitis plantar, ya que no hay inflamación. En ese momento se produjo un cambio muy importante en el tratamiento de la fascia plantar ya que, hasta entonces, el tratamiento se basaba únicamente en aplicar medidas antiinflamatorias como el hielo, antiinflamatorios orales, infiltraciones con corticoides, fisioterapia, etc.

Actualmente, con el concepto de fasciosis plantar (degeneración de la fascia plantar) ha cambiado el enfoque del tratamiento, que se centra en regenerar el tejido de la fascia plantar utilizando terapias como las infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento, Orthokine, colágeno, aplicación de EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular).

Tendinitis

Tendinitis de Aquiles, cintilla iliotibial, tendón del tibial posterior… Todas son tendinitis muy frecuentes entre los corredores y en cada una de ellas es crucial que un profesional determine el grado en el que se encuentra la lesión para poder planificar y poner en práctica el tratamiento correcto.

De forma general, en una primera fase y como en otras patologías se deberá empezar con tratamientos conservadores. En el caso de una tendinitis en el tibial posterior, por ejemplo, con un soporte plantar o plantilla personalizada, con el objetivo de quitar tensión y trabajo al tendón.

En esta primera fase se empezará con la rehabilitación a través de terapias manuales, manipulaciones articulares desbloqueantes, estiramientos de músculos antagonistas y métodos físicos antinflamatorios como ultrasonidos, láser, magnetoterapia, tecarterapia, hielo… Diversos métodos que tu terapeuta puede utilizar con aparatos de rehabilitación, además de la prescripción de antinflamatorios y un largo etcétera.

En fases más avanzadas, donde existe un deterioro del tendón sin rotura total, tendremos que encaminar el tratamiento a la regeneración del tendón, la cual se llevará a cabo mediante la infiltración de plasma rico en factores de crecimiento u Orthokine, siendo el resultado muy bueno y en un porcentaje alto, evitando la cirugía reparadora.

Para evitar recaídas en esta lesión, hay que controlar los factores que hacen que los tendones trabajen en exceso: sobrepeso, uso inadecuado de calzado… Así como trabajar fortalecimiento y estiramientos, además de propiocepción, para mejorar nuestra potencia, musculatura y resistencia. De este modo evitaremos caer en inestabilidades que ponen en riesgo nuestros tendones.

Rodilla del corredor

La rodilla del corredor es otra de las grandes lesiones que sufrimos los coredores y afecta afecta a la cintilla iliotibial en la región de la rodilla.

El principal síntoma es el dolor manifestado en la zona externa de la rodilla y que, además, solo aparece al correr, subir o bajar escaleras.

El tratamiento irá enfocado principalmente a corregir las alteraciones biomecánicas, mediante estiramientos, fortalecimientos, técnicas de fisioterapia EPI guiada por ecografía, punción seca, diatermia por radiofrecuencia, ondas de choque, etc.

Cuando esta lesión es recurrente, para el corredor en cuestión es muy importante mejorar la técnica de carrera, acertar con un entrenamiento adecuado y prestarle especial atención al tipo de zapatillas que utiliza.

El estudio de la pisada será de vital importancia para detectar cualquier alteración biomecánica que este provocando un aumento de tensión de la cintilla sobre el hueso, provocando la inflamación repetida.

Para compensar y modificar las alteraciones biomecánicas se pueden prescribir ortesis plantares a medida.

Si todo el tratamiento anteriomente mencionado fracasa, estará indicado iniciar una segunda fase de tratamiento en la cual se utilizarán técnicas de infiltración guiadas por ecografía, ya sea con plasma rico en plaquetas, Orthokine e incluso colágeno, para desinflamar y regenerar el tendón.

Edema óseo

 

Los corredores someten a los huesos a mucho estrés mecánico que, en ocasiones por un exceso de entrenamiento, mala adaptación a un cambio de técnica de carrera, tipo de zapatilla con amortiguación insuficiente, terreno duro, alimentación deficitaria o incluso alteraciones metabólicas u hormonales, puede afectar al sistema óseo provocando inflamación en el interior del hueso a lo que se le denomina edema óseo.

El principal síntoma del edema óseo es un dolor localizado en el hueso que se agudiza con la carrera y disminuye con el reposo.

No hay que confundir este símtoma con el de la fascitis plantar que, a diferencia del edema óseo, es un dolor matutino, que, como hemos comentado, mejora con la carrera y empeora tras el reposo.

El tratamiento del edema ósea es princpipalmente el reposo. En función del caso, se recomienda un reposo de entre cuatro y seis semanas y una descarga parcial o total, dependiendo de la gravedad de la lesión.

Uñas encarnadas

La coloquialmente conocida como uña encarnada es una lesión habitual entre los corredores que provoca dolor durante la carrera y, por consiguiente, una disminución del rendimiento.

Muchas veces es un problema recurrente que el propio corredor toma como un precio que hay que pagar por correr larga distancia, pero es importante saber que se puede tratar y curar definitivamente con una intervención quirúrgica que no dura más de veinte minutos y los resultados, además de muy satisfactorios, son funcionales en un 95% de los casos.

Para prevenir las uñas encarnadas, es muy importante la elección de un buen calzado para correr, teniendo en cuenta el espacio que deja la zapatilla a nuestros dedos.

La zapatilla deber suficientemente ancha y alta para que el antepié sea estable y firme y para que los dedos no sufran una presión excesiva.

Además, hay que prestar atención al atado de los cordones y a la colocación de la lengüeta, dos elementos que a menudo se ignoran pero que son clave para que el pie permanezca estable dentro de la zapatilla y no sufra deslizamientos, principalmente hacia delante, produciéndose el choque de los dedos contra la parte interna de la puntera.

Por último, especial atención al corte de la uña, ya que si es inadecuado o muy apurado provocará una posible irritación durante la carrera y generando la uña encarnada.

LA RODILLA DEL CORREDOR.

 

La rodilla del corredor es una de las lesiones más frecuentes que sufre el corredor de media y larga distancia, junto con la fascitis plantar. Es una patología que se produce por sobreuso y que afecta a la cintilla iliotibial en la región de la rodilla.

La cintilla iliotibial es el tendón del músculo tensor de la fascia lata que nace de la región de la cadera (trocánter mayor del fémur); el tendón (cintilla iliotibial) baja a lo largo de la cara lateral del muslo, salta la articulación de la rodilla para insertarse en un tubérculo óseo de la tibia, denominado tubérculo de Gerdi.

¿Por qué se produce?

Como anteriormente describía, en la anatomía de la cintilla iliotibial, este tendón salta la articulación de la rodilla y pasa por encima de un pico de hueso, anatómicamente denominado epicondilo lateral del fémur. Pues bien, cuando la rodilla hace flexión y extensión como ocurre durante la carrera, la cintilla iliotibial salta por encima de este pico de hueso de manera repetida, provocando dolor e inflamación y, como consecuencia, se produce el famoso síndrome de la rodilla del corredor.

Los factores por los que se produce esta lesión son principalmente biomecánicos, encontrando entre estos, los siguientes:

  • Una pierna más corta que otra con una diferencia entre una pierna y otra de más 0,5 centímetros.
  • Alteración del eje de la rodilla (genu varo).
  • Artrosis incipiente de cadera que provoque restricción de la movilidad.

Estos factores biomecánicos son estructurales, pero también existirán factores biomecánicos funcionales, es decir: acortamientos, debilidad muscular o alteraciones en el pie, los más habituales son:

  • Debilidad del glúteo medio y psoas, produciendo una caída y rotación interna de la cadera.
  • Debilidad del cuádriceps principalmente por el vasto interno.
  • El disbalance muscular entre el bíceps femoral y semitendinoso-semimembranoso.
  • Debilidad de los músculos del tobillo, principalmente el tendón tibial posterior y anterior.
  • Acortamiento del tensor de la fascia lata y su cintilla iliotibial.
  • Hiperpronación del retropié.
  • Debilidad del músculo peroneo lateral largo asociado a un primer metatarsiano hipomóvil, lo que provoca que en la fase de despegue durante la carrera pueda favorecer la inflamación del tendón del tendón de la fascia lata.

En definitiva, todos los factores anteriormente mencionados van a provocar un aumento de la rotación interna de la cadera, de la rodilla y una hiperpronación del pie, provocando un exceso de tensión en la cintilla iliotibial y favoreciendo la inflamación de la misma.

Es importante tener en cuenta que nunca existe una alteración aislada; sino que suelen convivir varias de estas alteraciones.

Además, debemos añadir los factores extrínsecos como son la técnica de carrera, el tipo de calzado y/o terreno, que también pueden influir en la aparición de esta lesión.

¿Cuáles son los síntomas?

El dolor en la zona externa de la rodilla es el síntoma principal de la rodilla del corredor, que solo aparece al correr, subir o bajar escaleras.

Ante presión, se produce dolor en la zona lateral de la rodilla e incluso a lo largo de toda la cintilla iliotibial. Esto se debe a la existencia de puntos gatillo.

¿En qué consiste el diagnóstico?

Esta patología es de fácil diagnóstico ya que se basa principalmente en la exploración clínica, pero sí es importante descartar otras patologías que pueden ocasionar dolor muy parecido, como la condromalacia rotuliana, la tendinitis del poplíteo o del bíceps femoral, degeneración del menisco externo, etc. En estos casos será de gran utilidad la ecografía o la resonancia magnética.

¿Cuál será el tratamiento de la rodilla del corredor?

El tratamiento irá enfocado principalmente a corregir las alteraciones biomecánicas, mediante estiramientos, fortalecimientos, técnicas de fisioterapia como son la EPI guiada por ecografía, punción seca, diatermia por radiofrecuencia, ondas de choque y asesorar al corredor en la técnica de carrera, tipo de entrenamiento y zapatillas.

Rodilla del corredor: EPI guiada por ecografía

El estudio de la pisada será de vital importancia para detectar cualquier alteración biomecánica que este provocando un aumento de tensión de la cintilla sobre el hueso, provocando la inflamación repetida.

Para compensar y modificar las alteraciones biomecánicas se utilizarán ortesis plantares a medida.

Si todo el tratamiento anteriomente mencionado fracasa, estará indicado iniciar una segunda fase de tratamiento en la cual se utilizarán técnicas de infiltración guiadas por ecografía, ya sea con plasma rico en plaquetas, Orthokine e incluso colágeno, para desinflamar y regenerar el tendón.

Lesiones más comunes entre corredores: Consejos de prevención y la importancia de los seguros médicos

 

El running es una actividad física muy popular gracias a sus múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, como cualquier deporte, correr implica ciertos riesgos de lesión que pueden afectar tanto a aficionados como a profesionales. En este artículo, vamos a presentarte un análisis detallado de las lesiones más comunes entre los corredores, consejos para prevenirlas y la importancia de contar con seguros médicos privados adecuados para una atención rápida y eficiente.

Lesiones comunes en corredores

Principales tipos de lesiones

El correr repetitivamente sobre distintas superficies puede producir diversos tipos de lesiones. Entre las más frecuentes se encuentran:

  • Fascitis plantar: Se trata de una inflamación del tejido que recorre la planta del pie, causando dolor agudo, especialmente en las mañanas.
  • Tendinitis de Aquiles: Esta lesión sucede cuando el tendón de Aquiles se inflama, generalmente debido al aumento repentino de la carga de entrenamiento.
  • Síndrome de la banda iliotibial: Se produce cuando hay fricción en la banda iliotibial, una fascia que recorre el lateral de la pierna y genera dolor en la rodilla.
  • Fracturas por estrés: Son pequeñas fisuras en los huesos producto de impactos repetitivos y debilitamiento óseo.
  • Esguinces de tobillo: A menudo ocurren al pisar de forma incorrecta, torciendo el tobillo inesperadamente.

Diagnóstico y tratamiento de las lesiones

Reconocer a tiempo una lesión y darle el tratamiento adecuado es fundamental para evitar complicaciones mayores. Aquí es donde la consulta con especialistas toma protagonismo. Un diagnóstico certero puede marcar la diferencia entre un rápido retorno al deporte o un prolongado periodo de recuperación.

¿Qué papel juegan las pruebas específicas en la prevención de lesiones?

Existen pruebas específicas, como la resonancia magnética o las ecografías, que permiten una detección precoz de posibles lesiones. Estas pruebas no solo ayudan a personalizar el tratamiento, sino que también brindan información valiosa para adaptar el protocolo de ejercicios y reducir la probabilidad de nuevas lesiones.

Consejos para prevenir lesiones al correr

Preparación y técnica

A la hora de prevenir lesiones, la preparación adecuada es clave. Un buen calentamiento actúa como escudo protector para los músculos y las articulaciones.

¿Cómo influye el calentamiento en la prevención de lesiones?

El calentamiento prepara al cuerpo incrementando la temperatura muscular y la flexibilidad. Este proceso disminuye el riesgo de sufrir desgarros y otras lesiones durante la actividad física intensa.

La técnica de carrera también desempeña un papel crucial en la prevención de lesiones. Adoptar una forma de correr adecuada ayuda a distribuir de manera uniforme el impacto en las piernas, reduciendo el estrés en ciertas áreas específicas.

Por último, no se debe olvidar la importancia del enfriamiento y los estiramientos post-carrera, ya que ayudan a reducir la rigidez corporal y favorecen una recuperación más rápida.

Otros factores relevantes

Existen otros factores importantes a tener en cuenta:

  • Hidratarse de forma adecuada: La deshidratación puede llevar a calambres musculares e incluso a lesiones más serias.
  • Uso de calzado idóneo: Elegir unas zapatillas adecuadas a tu pisada y al terreno distribuye mejor el impacto al correr.
  • Planificación de rutas de carrera: Considerar la superficie y el relieve del terreno puede prevenir tropezones y caídas.

Ventajas de los seguros médicos para corredores

Agilidad en el acceso a servicios de salud

Contar con un seguro médico privado puede ofrecer importantes ventajas a los corredores. La rapidez en diagnósticos y tratamientos es crucial cuando se trata de lesiones deportivas, donde un tiempo mínimo de espera puede marcar una gran diferencia.

¿Por qué es recomendable contar con un seguro médico privado para los corredores?

En la actualidad, los seguros médicos privados proporcionan una cobertura de servicios especializados, como fisioterapia o consultas con ortopedistas, lo que facilita una recuperación adecuada siguiendo los más altos estándares de atención. La posibilidad de acceder a estos servicios de forma ágil permite que el corredor se reincorpore a su rutina deportiva lo más pronto posible.

En resumen, entender las lesiones más comunes y las medidas preventivas adecuadas puede ayudar a los corredores a disfrutar de su pasión por más tiempo y con menor riesgo. Asimismo, aprovechar las ventajas de los seguros médicos para contar con atención especializada asegura que, en caso de lesión, el camino a la recuperación sea rápido y eficiente.

Lesiones más comunes del Corredor: Causas, Síntomas y Estrategias de Prevención

 


Por carreraspopulares.com

Correr es una de las actividades más exigentes desde el punto de vista físico, lo que conlleva que se puedan producir una serie de lesiones recurrentes en determinadas áreas. En este post, abordamos cuáles son esas patologías frecuentes, los posibles tratamientos con técnicas fisioterapéuticas que se pueden aplicar y las pautas a seguir para prevenirlas.

Detrás de la inmensa mayoría de lesiones que padecen los corredores está el impacto constante sobre el asfalto o superficies irregulares. Una mala pisada en conjunción con una técnica general de carrera inadecuada o el sobreentrenamiento pueden dar lugar a varias patologías.

Lesiones más comunes en corredores y su tratamiento

Las lesiones más habituales en el atletismo serían la fascitis plantar, la tendiosis o tendinitis aquílea, la periostitis tibial y la cintilla iliotibial o 'rodilla del corredor'. A continuación, profundizamos en la naturaleza de cada patología y los tratamientos terapéuticos para abordarlas.

1-Fascitis plantar

La fascitis plantar es una lesión particularmente dolorosa, que se produce por una inflamación del tejido grueso de la planta del pie, y se hace sentir especialmente en quien la padece cuando se levanta por la mañana, o se incorpora después de haber pasado sentado un largo periodo de tiempo.

El objetivo primordial del tratamiento fisioterapéutico es reducir el dolor y la inflamación, para que el paciente al menos pueda empezar a caminar con normalidad.

Con este objetivo en mente, resulta fundamental una primera fase de descanso de las actividades que provocan dolor, seguida después cuando este remita de la adopción de diversas pautas para aumentar la flexibilidad y la fuerza de los miembros inferiores, con la vista puesta en poder hacer gradualmente una vida normal y en último término a volver a correr.

El tratamiento de la lesión normalmente tiene una perspectiva multimodal, y puede incluir la aplicación de hielo, la utilización de un calzado especial (habría que evitar ir descalzo por la tensión que supone en la fascia plantar), así como la aplicación de técnicas como la electrólisis percutánea intratisular y el ultrasonido terapéutico. Al margen, de la realización de determinados ejercicios y estiramientos que puede prescribir el fisioterapeuta.

Asimismo, en los casos en los que la lesión se produce por una excesiva pronación del pie, un especialista en podología puede valorar la idoneidad de incorporar órtesis en el calzado.

2-Tendinitis en el tendón de Aquiles

La tendinosis o tendinitis aquílea es otra patología frecuente en los corredores, y consiste en la inflamación del tendón de Aquiles, que es sometido a una gran exigencia en actividades como correr y saltar.

La causa más recurrente de la lesión es la sobrecarga muscular por excesivo entrenamiento, o por ausencia de calentamiento previo o estiramiento posterior adecuados.

Para su tratamiento fisioterapéutico se combinan la terapia manual y los ejercicios de reentrenamiento con técnicas avanzadas como la EPTE o la EPI.

El objetivo último no es solo hacer remitir el dolor, sino prevenir episodios recurrentes de tendinitis en la zona, lo que aboca también a la adopción de una serie de pautas preventivas por el corredor, entre la que se incluye una buena planificación de los entrenamientos para evitar la sobrecarga del tendón de Aquiles.

3-Periostitis tibial

El periosto es una membrana adherida a la tibia que al inflamarse provoca la patología conocida como periostitis tibial, que suelen padecer sobre todo corredores de fondo y maratonianos. Tiene un dolor muy agudo como síntoma principal, que se manifiesta al entrar la pierna en contacto con el suelo al correr.

Estaríamos de nuevo ante una lesión característica del sobreentrenamiento, por lo que su tratamiento inicial debe incluir el descanso de la actividad, la aplicación de hielo, la realización de terapia manual y los vendajes funcionales que sujeten la tibia, evitando las vibraciones.

Tras conseguir que la inflamación remita y transcurrido el periodo de recuperación, la vuelta al entrenamiento debe realizarse de manera gradual, en superficies adecuadas para correr y evitando las sobrecargas para ahuyentar el peligro de recaída.

 4-Síndrome de la cintilla iliotibial

El síndrome de la cintilla o banda iliotibial es también comúnmente conocido como de la 'rodilla del corredor’, y se produce por la fricción de la zona con el interior del fémur, lo que provoca una irritación que se traduce en un dolor punzante que se extiende por toda el área exterior de la rodilla, hasta el punto de obligar a los corredores a parar abruptamente su actividad.

El tratamiento en una primera fase consiste en la evitación de los movimientos que provocan el roce de la cintilla iliotibial con el fémur, así como la aplicación de hielo para rebajar la inflamación.

Después ya vendría la terapia manual orientada a reducir la contracción muscular, la realización de ejercicios para fortalecer los músculos de la cadera y la posible aplicación de terapias instrumentales con láser y ondas de choque.

Para evitar las lesiones que acabamos de ver resulta muy importante la adopción de pautas preventivas como la utilización calzado adecuado para correr, evitar el sobreentrenamiento y considerar aspectos tan cruciales como el horario al que entrenamos, la carga que tiene el entreno, la recuperación que se realiza…  ya que todo ello tiene una influencia decisiva en la prevención de patologías en corredores.