viernes, 12 de septiembre de 2025

Lesiones

 Tabla 9 lesiones más comunes en corredores

Tabla de las 9 lesiones más comunes en los corredores

Tabla de las 9 lesiones más comunes en los corredores

El correr una maratón es una hazaña impresionante y un desafío físico y mental para muchas personas. Sin embargo, también puede ser una experiencia dolorosa si no se prepara adecuadamente o si se sufre de lesiones comunes en los corredores de maratón. Para garantizar una carrera exitosa y sin lesiones, es importante conocer las lesiones más comunes que afectan a los corredores de maratón y cómo prevenirlas. En la siguiente tabla, exploraremos las lesiones más comunes en los corredores de maratón, sus causas y cómo prevenirlas para que los corredores puedan completar su carrera sin problemas.

Tabla de las 9 lesiones más comunes en los corredores:

#LesiónDescripciónPrevención
1
Esguince de tobillo
Ocurre cuando se torce el tobillo fuera de su posición normal, causando dolor y hinchazónCalentamiento adecuado antes de correr, uso de calzado adecuado y fortalecimiento de los músculos del pie y el tobillo.
2
Tendinitis de rodilla
inflamación del tendón en la rodilla. Dolor en la parte frontal o trasera de la rodilla.Aumentar gradualmente la intensidad y la duración de los entrenamientos, fortalecimiento de los músculos de la pierna y uso de calzado adecuado.
3
Síndrome de estrés de la tibia (o fatiga tibial)
lesión común en corredores que se produce debido a la repetitiva carga en el hueso de la tibia durante la carrera. Los síntomas incluyen dolor en la parte frontal o lateral de la tibia, hinchazón y sensibilidad al tacto.Aumentar gradualmente la intensidad y la duración de los entrenamientos, fortalecimiento de los músculos de la pierna y uso de calzado adecuado. Mejorar técnica de carrera.
4
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una lesión común en los corredores de maratón que causa dolor e inflamación en la banda de tejido (fascia) que conecta el calcáneo con los dedos del pie. Puede ser causada por una mala técnica de carrera, un exceso de entrenamiento o una mala postura en general.Estiramiento de los músculos y tendones de la pantorrilla antes y después de correr, fortalecimiento de los músculos de la pierna y uso de calzado adecuado.
5
Tendinitis de aquiles

 

Es una inflamación del tendón de Aquiles que conecta el músculo de la pantorilla con el hueso del talónSe puede prevenir con un calentamiento adecuado y fortaleciendo los músculos de las piernas y los tendones
6
Dolor de rodilla (síndrome de la banda iliotibial, ITBS)
inflamación de la banda iliotibial, un tejido fibroso que corre desde la parte exterior de la rodilla hasta el hueso del muslo (tibia). Los síntomas incluyen dolor lateral de la rodilla, sensación de calor y hinchazón en la zona afectadase recomienda mantener una forma correcta de carrera, hacer ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de los músculos de la pierna, y aumentar gradualmente la intensidad y la distancia de la carrera.
7
Fisuras en el pie (metatarsalgias)
Son lesiones en los huesos o tejidos blandos en la parte delantera del pie, cerca de los dedos. Son comunes en corredores de maratón debido a la presión y fricción repetitivas en la zona.Se recomienda usar calzado adecuado, hacer un calentamiento y estiramiento adecuados antes de correr y ajustar la forma de correr para reducir la presión en la zona afectada. También es importante permitir tiempo de recuperación adecuado después de las carreras y hacer ejercicios de fortalecimiento de los pies y piernas.
8
Lesiones de los huesos (estrés óseo)

 

Las lesiones de huesos de estrés son un grupo de lesiones que se producen en los huesos a partir de una sobrecarga repetitiva, como correr maratones. Estos pueden incluir fracturas por estrés, sobrecarga del hueso y enfermedad de hueso por estrés.Se pueden prevenir mediante una buena técnica de carrera, una formación adecuada y una dieta saludable rica en calcio.
9
Dolor en la parte frontal del muslo (síndrome del tibial anterior)
Consiste en la inflamación y el dolor en el músculo tibial anterior, situado en la parte frontal de la pierna. Esta lesión puede ocurrir debido a una sobrecarga repetitiva y excesiva en la pierna, especialmente en los corredores que tienen una técnica de carrera ineficiente o una mala elección de calzado.Puede prevenirse con una adecuada fortalecimiento de la musculatura de la pierna, una técnica de carrera eficiente y una elección adecuada de calzado.

Conclusión:

Correr un maratón es un desafío físico y mental importante, y las lesiones pueden ser una parte desafortunada del entrenamiento y la competición. Sin embargo, con la planificación adecuada, la formación de una técnica de carrera sólida, una nutrición y una hidratación adecuadas, y la atención a cualquier dolor o molestia, los corredores de maratón pueden minimizar el riesgo de lesiones y disfrutar de una experiencia positiva y exitosa en la carrera.

Las 10 lesiones más frecuentes del corredor


Cuando corremos exponemos al cuerpo a una enorme carga y estrés mecánico ya que correr es una actividad cíclica y de impacto. Estos impactos repetidos que reciben la musculatura y articulaciones de nuestras piernas pueden derivar en la aparición de algún tipo de lesión. Si además hablamos de una técnica de carrera errónea, este gesto se repetirá una y otra vez hasta 8000 veces en una hora de rodaje.

Para evitar las lesiones debemos realizar ejercicios de calentamiento y estiramientos previos a la carrera, y prestar atención al terreno, el calzado, las secuelas de lesiones anteriores y los propios límites de nuestro cuerpo. Aun así, siendo cuidadosos en todos estos aspectos, en ocasiones es imposible escapar a las lesiones.

Al ser el principal soporte e instrumento de carrera, las piernas serán las principales afectadas en las dolencias más frecuentes del corredor.

Con este artículo queremos darte a conocer las 10 lesiones más frecuentes del corredor, para que puedas identificarlas y saber cómo tratarlas.

1: TENDINITIS ROTULIANA

Las tendinopatías que los corredores sufren de manera más habitual son la del tendón de Aquiles (imposible continuar con la actividad) y la del tendón rotuliano. Esta última consiste en una inflamación de este tendón, que es una de las zonas más expuestas a sufrir de nuestras piernas ya que soporta mucho impacto debido a la articulación tipo bisagra de la rodilla. En esta lesión aparece dolor directamente sobre el tendón y en las articulaciones de anclaje, además de cierta dificultad en la movilidad. El dolor suele desaparecer con el calentamiento, pero en las fases agudas siempre está presente.

Las causas son diversas, como correr sobre superficies duras o usar zapatillas en mal estado; realizar un calentamiento inadecuado o no calentar; sobrecargas musculares; aumentar el volumen de entrenamiento sin la debida progresión o correr por terrenos con irregularidades y con acusado desnivel de forma abusiva.

Por ejemplo, simplemente con un correcto calentamiento para evitar las sobrecargas musculares y la aplicación de frío ante cualquier molestia tras acabar la actividad ayudaremos a prevenir esta lesión. En el caso que ya esté instaurada la lesión es necesario hacer un reposo de la actividad y recibir tratamiento fisioterapéutico de la musculatura periférica; realizar un fortalecimiento moderado y específicamente el fortalecimiento isométrico en extensión de rodilla. Incluso después de la recuperación pueden continuar ciertas molestias hasta los dos meses.

2: Síndrome de la cintilla iliotibial

Se trata del rozamiento continuo de la cintilla iliotibial sobre el epicóndilo lateral femoral en la flexión y extensión repetida de la rodilla durante la carrera. Provoca una inflamación de la zona y dolor. En ocasiones llega a provocar inmovilidad por el fuerte dolor. Lo reconocemos porque suele presentarse en forma de dolor o molestia en la cara externa de la rodilla.

La principal causa es una sobrecarga continuada del piramidal y glúteo mayor, acompañado de mucha tensión en el tensor de la fascia lata.

Para prevenir esta lesión es necesario realizar estiramientos del glúteo mayor, tensor de la fascia lata y piramidal (flexibilidad y descarga), además de seguir una pauta de fortalecimiento de isquiotibiales. Para más información pincha aquí.

3: Distensión o rotura fibrilar

La rotura fibrilar es otra de las más comunes lesiones deportivas. Se produce debido a un estiramiento muy forzado del músculo y consiste en la rotura parcial o total de una o varias microfibrillas o fibras musculares. Es frecuente en la realización de movimientos explosivos o cambios de ritmo. En primera instancia se produce una elongación o tirón muscular provocado por un alargamiento brusco del músculo y superando sus límites fisiológicos. La falta de calentamiento o un calentamiento inadecuado, la existencia de una lesión previa, sobrecarga de entrenamiento, golpes bruscos, fatiga excesiva y descompensaciones musculares pueden dar lugar a este tipo de lesión.

En función de la gravedad de la lesión la clasificamos en tres niveles y la más frecuente en los corredores es la rotura de fibras de la musculatura isquiotibial.

El corredor siente un dolor fuerte y repentino en el lugar donde se ha producido la rotura. Aparece inflamación y en algunos casos hematoma. Se puede apreciar a través de la palpación un pequeño escalón sobre el propio músculo afectado.

Por tanto, una vez más, la realización de un buen calentamiento y mantener un buen estado de hidratación será básico para prevenir esta lesión.

Para recuperar roturas leves es necesario aplicar frío durante las primeras 48 horas. No debemos inmovilizar y lo ideal es comenzar con el tratamiento de fisioterapia/osteopatía lo antes posible. Generalmente, comenzaremos a practicar una actividad física moderara tras un breve periodo de reposo de una semana. Para roturas más graves conviene aplicar frío 48 horas y además un reposo de dos semanas como mínimo, aplicando masajes a partir de la primera semana y tratamiento de fisioterapia y osteopatía para acelerar la curación.

4: Fascitis plantar

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia que se encuentra en la planta del pie. Es un tejido fibroso y tenso que recubre los músculos, se inserta en el calcáneo (talón) y se despliega hacia los dedos. Su función es amortiguar los impactos durante la pisada (caminando o corriendo) y estabilizar en su intersección con el calcáneo. La función de este tejido fibroso es amortiguar el impacto de la pisada y estabilizar el talón.

Esta lesión da lugar a un dolor en la base del talón (calcáneo) o en la misma planta del pie que se incrementa al final del ejercicio o que puede aparecer también en  los primeros pasos de la mañana. Dolor a la palpación, al caminar de puntillas o de talones, es frecuente también.

Como causas más comunes podríamos destacar: una pisada hiperpronadora,  debilidad de la musculatura plantar (tríceps sural), pies cavos y la falta de flexibilidad. Los síntomas de esta lesión pueden remitir con un tratamiento a base de masajes, estiramientos y fortalecimiento de los músculos plantares.

Para prevenir esta lesión es muy importante una correcta elección del calzado. Además, es conveniente realizar estiramientos o masajes de descarga de la fascia plantar y mantener una buena flexibilidad de la musculatura que rodea el tobillo.

En caso de padecer esta lesión se debe aplicar hielo 3 veces al día y después de la práctica deportiva. El fisioterapeuta en estos casos aplica un vendaje funcional en la fase aguda y realiza masajes podales y estiramientos pasivos. Es primordial un fortalecimiento de la musculatura plantar y periférica.

5: Periostitis tibial

Hablamos de la inflamación del periostio o membrana que recubre la tibia, debido a una fuerte tensión. Puede convertirse en una fractura de estrés si no se trata de forma precoz.

El síntoma más común es dolor en la cara interna de la tibia en su tercio inferior (más frecuente) al presionarla.

Suele estar producida por llevar un calzado no adecuado, una incorrecta progresión de las cargas de entrenamiento, correr con mala técnica de carrera, hiperpronación del pie y el abuso de correr por superficies demasiado duras.

Para prevenirla es vital mantener la musculatura adyacente bien flexible y descargada (tibiales, tríceps sural, peroneos, etc). Es recomendable aplicar hielo tras los entrenamientos y, en caso de que la lesión persista, realizar un estudio podológico por si fuera necesario la colocación de plantillas específicas en las zapatillas.

Para una buena recuperación es imprescindible un plan de entrenamiento específico realizado por el fisioterapeuta, además del reposo y el tratamiento de frío. Dependiendo del grado de lesión, la recuperación puede durar entre 2 semanas a meses, resultando muy técnicas como la punción seca para aliviar tensiones y relajar la musculatura. Para más información pincha aquí.

6: Fractura de estrés

Los impactos repetitivos de la carrera o las excesivas contracciones musculares de forma continuada pueden producir microrroturas óseas. En los corredores, los huesos más afectados son los metatarsos y la cara interna de la tibia.

Aparece un dolor progresivo durante la carrera, y en aumento si se continúa el ejercicio. En ocasiones llega a ser incapacitante para la realización del ejercicio. Generalmente están causadas por un incremento de la carga de entrenamiento sin una progresión adecuada. Realizar demasiadas competiciones seguidas, correr por superficies duras o llevar un calzado inadecuado son otras de las causas para una fractura de estrés.

Es muy importante no incrementar el volumen de entrenamiento más de un 15% cada medio mes y alternar los entrenamientos en superficies blandas. Ayuda también el  mantener una dieta sana y equilibrada y usar unas zapatillas adaptadas a tu tipo de pisada y peso.

En caso de sufrir una fractura de estrés es imprescindible el reposo total entre 10 – 40 días, llevar un control radiológico y realizar un plan de fortalecimiento de la musculatura periférica y terapia.

7: Esguinces

Consiste en la distensión, rotura parcial o total de los ligamentos de una articulación. El más común en corredores es el esguince de tobillo, que afecta, sobre todo, al ligamento lateral externo, existiendo tres grados según la gravedad del esguince. Se produce por un movimiento forzado, con puesta en carga, con flexión plantar e inversión.

Esta torcedura provoca un dolor intenso. Pueden aparecen edemas y hematomas leves.

Para prevenirlos debemos de evitar superficies con terrenos con superficies muy irregulares e incorporar a nuestros entrenamientos ejercicios de propiocepción que mejoren el apoyo del pie.

En caso de esguince, es muy recomendable acudir al fisioterapeuta/osteópata, que eliminará los bloqueos articulares y es probable que realice un vendaje funcional. Además, las primeras 48 horas aplicaremos frío y elevaremos el miembro, haremos reposo y compresión. Puedes ver el tratamiento completo del esguince aquí

8: Bursitis

Las bolsas sinoviales situadas entre el tendón y los huesos son las encargadas de evitar la fricción entre ambos. Si realizamos un esfuerzo prolongado existe un intenso roce entre el tendón y los huesos, pudiendo llegar a inflamarse la bolsa sinovial derivando en bursitis.

Aparece dolor, hinchazón, calor localizado en la articulación y sensibilidad articular.

Suele ocurrir si corremos por superficies irregulares y con desnivel, lo que implica una mayor tensión de los tendones. Por eso, lo ideal es alternar superficies de terreno  para no cargar siempre los tendones en el mismo ángulo.

Debemos evitar correr durante largos periodos de tiempo y aplicar frío localizado si apareciesen las molestias.

En caso de tener una bursitis es recomendable el reposo total. Si hubiera una acumulación de líquido se podría realizar una punción (lo hace el médico). Además hay que realizar ejercicios de fortalecimiento de forma excéntrica.

9: Sobrecarga piramidal

Se produce principalmente por un acortamiento o una contractura del músculo piramidal. La parte del cuerpo donde se encuentra el músculo piramidal es una zona muy requerida en el gesto de la zancada amplia. Las tensiones del final de la columna se transmiten hacia las piernas a través de la cadera y la pelvis, y es aquí donde tiene protagonismo el piramidal. Estando de pie este músculo rota la cadera hacia afuera y separa el muslo del centro del cuerpo, por lo que una excesiva tensión de la columna puede sobrecargar su base, el hueso sacro. Este hueso debe acompasar convenientemente con los otros dos huesos de la pelvis (un ilíaco a cada lado), de lo contrario, en cada zancada se bloquea la articulación sacroilíaca. El bloqueo tensa en exceso el músculo que nace de cada uno de sus laterales y se dirige a la cadera, que no es otro que el músculo piramidal.

Existen diversas causas que pueden originarlo, siendo las más frecuentes la sobrecarga (o errores del entrenamiento), insuficiencias biomecánicas y traumatismos. La que más suele afectar a los corredores es la sobrecarga. Aunque el hecho de correr sobre superficies duras o irregulares y no tener una buena técnica de carrera favorece la aparición de esta lesión. Asimismo, el llevar una vida sedentaria y permanecer sentado durante largos periodos de tiempo, o el realizar actividades deportivas solamente el fin de semana (con un inadecuado ejercicio de calentamiento y estiramiento y con sobrecarga de ejercicio durante la actividad) provocaran que padezcamos esta patología.

Los síntomas que presenta son tensión y acortamiento de la musculatura piramidal y periférica y, a veces, dolor tipo nervioso semejante a una ciática.

Para prevenir esta lesión debemos mejorar la higiene postural en las tareas cotidianas, estirando la zona y mejorando la técnica de carrera.

Es vital en la recuperación una reeducación postural y tratamiento fisioterapéutico. Además será necesario que el fisioterapeuta/osteópata desbloquee la articulación sacroilíaca en caso que estuviese bloqueada y revise toda la cadena muscular y articular.

10: Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es uno de los mayores problemas que sufre la mujer corredora, y es la pérdida o incapacidad de retener la orina. La incontinencia que se produce al correr o al realizar ejercicio puede ser categorizada como la de esfuerzo, y se desencadena por movimientos físicos que aumentan la presión sobre la vejiga y provocan un escape de orina en la persona que está corriendo. La causa más importante de la incontinencia de esfuerzo es la debilidad de la musculatura que rodea la vejiga y la pelvis (asociada por ejemplo a un parto o los impactos que produce la carrera). Cuando estos músculos están debilitados permiten que la orina salga del cuerpo mientras este se encuentra en movimiento, como al correr. Otros factores como son la obesidad, la diabetes, el uso de ciertos medicamentos y las infecciones del tracto urinario también contribuyen a tener pérdidas de orina.

Para prevenir este problema existe la Gimnasia Abdominal Hipopresiva, la cual fortalece y manteniene el tono de la musculatura del suelo pélvico, así como los ejercicios de Kegel y la potenciación de la musculatura vecina al periné. Realizar estiramientos y ejercicios flexibilizadores de la columna lumbar ayuda también a evitar la aparición de pérdidas de orina.

En el caso de sufrir de incontinencia urinaria, es necesario trabajar el suelo pélvico en consulta con un fisioterapeuta/osteópata. Nos enseñará este tipo de ejercicios y complementará la terapia y el aprendizaje con técnicas de electroestimulación y el uso del biofeedback

Lesiones

 

El running se ha convertido en una de las actividades físicas más populares en los últimos años.

Aunque es una excelente forma de mejorar la salud cardiovascular y mantenernos en forma, también puede conllevar ciertos riesgos de lesión. Comprender las lesiones más comunes y cómo prevenirlas es esencial para disfrutar de los beneficios del running sin comprometer nuestra salud.

Introducción al running y sus riesgos

Correr es una actividad física que, aunque beneficiosa, puede predisponer a ciertas lesiones.

La repetición constante de movimientos y el impacto al que se somete el cuerpo al correr pueden ocasionar problemas musculares y articulares si no se tiene el cuidado adecuado.

Estos riesgos no deben disuadirnos de practicar running, pero sí deben motivarnos a tomar medidas preventivas para proteger nuestro cuerpo.

Lesiones más comunes en el running

Lesiones en los pies y tobillos: ¿cómo se manifiestan?

La fascitis plantar es una de las lesiones más comunes en los corredores, manifestándose como un dolor agudo en la planta del pie, especialmente cerca del talón. Este dolor suele ser más intenso al levantarse por la mañana o después de estar sentados durante un tiempo prolongado. La inflamación de la fascia plantar, que es un tejido grueso que recorre la parte inferior del pie, es la principal causa de esta condición.

¿Qué características tienen las lesiones de tobillo?

La tendinopatía del tendón de Aquiles afecta la parte trasera del tobillo y provoca dolor y rigidez, especialmente al iniciar la carrera. Esta lesión ocurre cuando el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón se inflama debido al sobreuso o a un incremento brusco en la intensidad de entrenamiento. A menudo, buscar atención especializada, como la fisioterapia deportiva en Córdoba, es esencial para abordar esta lesión pronto y evitar complicaciones.

Lesiones en las piernas

¿Por qué se produce la periostitis tibial?

La periostitis tibial es una inflamación del periostio, un tejido que cubre la tibia, y es común entre los corredores. Se caracteriza por dolor en la parte interna o frontal de la tibia, especialmente durante la carrera. Las causas pueden incluir el uso de calzado inadecuado, correr en superficies duras o una técnica de carrera incorrecta.

¿Qué es el síndrome de la cintilla iliotibial?

Conocido también como rodilla del corredor, el síndrome de la cintilla iliotibial causa dolor en la parte externa de la rodilla. Este dolor suele intensificarse al correr en descensos o después de largos periodos de actividad. Ocurre cuando la cintilla iliotibial, un ligamento que corre a lo largo del exterior del muslo, se inflama.

Lesiones en la rodilla

¿Cómo afecta la tendinitis rotuliana al corredor?

La tendinitis rotuliana se manifiesta como dolor debajo de la rótula. Este dolor empeora durante actividades físicas que implican correr o saltar. La inflamación del tendón rotuliano por sobrecarga es la principal causa de esta lesión. Es conocida como «rodilla de saltador» debido a su prevalencia en deportes que requieren saltos frecuentes.

Lesiones por sobrecarga y contracturas

¿Qué son las fracturas por estrés y las contracturas?

Las fracturas por estrés son pequeñas grietas en los huesos que se desarrollan por la repetición excesiva de ciertas actividades, como correr. Estas fracturas causan un dolor localizado que incrementa progresivamente y puede permanecer incluso en reposo. Por su parte, las contracturas y roturas fibrilares suman dolor súbito o tirantez muscular, junto a rigidez o dificultad al caminar.

Lesiones en la espalda y piel

¿Cómo evitar la lumbalgia y las rozaduras?

La lumbalgia se manifiesta como dolor en la parte baja de la espalda, agravándose al correr o realizar movimientos repetitivos. Para aquellas personas que también experimentan rozaduras, la fricción continua en los pies durante largas carreras puede causar ampollas, enrojecimiento o heridas. Ambos tipos de lesiones son comunes y pueden ser prevenidas con las estrategias adecuadas.

Estrategias para prevenir lesiones

Calentamiento y estiramientos: ¿cuál es la importancia del calentamiento?

El calentamiento es fundamental para preparar los músculos antes de correr. Realizar ejercicios que aumenten la temperatura corporal y la movilidad articular reduce significativamente el riesgo de lesiones, ya que permite que el cuerpo esté preparado para el esfuerzo físico. Asimismo, dedicar tiempo a estiramientos después de correr ayuda a la recuperación muscular.

Carga progresiva y equipamiento adecuado

¿Cómo elegir el calzado correcto?

Incrementar las sesiones de ejercicio de forma progresiva y elegir el calzado correcto son claves para prevenir lesiones. El calzado adecuado proporciona el soporte necesario y amortigua el impacto en superficies duras. Es crucial probar varias opciones y seleccionar el modelo que mejor se adapte a la forma del pie y estilo de carrera.

Fortalecimiento y técnica de carrera: ¿por qué es importante el fortalecimiento muscular?

Integrar ejercicios de fortalecimiento muscular previene lesiones al mejorar la estabilidad y resistencia de las articulaciones. Enfocarse en músculos clave como glúteos, núcleo y piernas no solo previene lesiones, sino que contribuye a mejorar el rendimiento en carrera.

¿Cómo mejorar la técnica de carrera?

Tener una buena técnica de carrera no solo aumenta la eficiencia, sino que también minimiza la presión sobre las articulaciones. Ajustar factores como la postura, cadencia y tipo de paso puede marcar una gran diferencia en la prevención de lesiones. Incluir sesiones de técnica en el entrenamiento puede revelar errores y áreas de mejora.

Descanso y recuperación

¿Cómo escuchar a tu cuerpo para evitar lesiones por sobreentrenamiento?

Escuchar al cuerpo es esencial para evitar el sobreentrenamiento y las lesiones que este conlleva.

Respetar los días de descanso y permitir una recuperación adecuada ayuda a reparar tejidos y a prevenir fatiga excesiva. Ignorar señales de dolor puede resultar en lesiones graves, así que es importante prestar atención a estas advertencias del cuerpo.

Variedad en entrenamiento y cuidado personal

¿De qué modo afectan los terrenos de entrenamiento?

Variar los terrenos de entrenamiento puede reducir el impacto sobre las articulaciones y prevenir lesiones. Alternar entre asfalto, tierra o superficies blandas ayuda a distribuir el estrés ejercido sobre el cuerpo. Además, el cuidado adecuado de la hidratación y la nutrición también desempeñan un papel crucial en el rendimiento y la recuperación.

Propiocepción y descompensaciones físicas

¿Qué papel juegan los ejercicios de propiocepción en la prevención de lesiones?

Los ejercicios de propiocepción mejoran el equilibrio y la estabilidad, ayudando a evitar torceduras y caídas. Incorporar estos ejercicios en el entrenamiento enseña al cuerpo a reaccionar de manera efectiva ante cambios súbitos o terrenos inestables.

¿Por qué es fundamental corregir las descompensaciones físicas?

Corregir descompensaciones físicas es crucial para mantener el equilibrio corporal. Las
descompensaciones pueden llevar a un uso no uniforme de los músculos, aumentando el riesgo de lesiones. Un análisis biomecánico y ejercicios específicos pueden ayudar a identificar y corregir estos desequilibrios, promoviendo un cuerpo más armonioso y eficiente en la carrera.

Lesiones en Corredores: las más comunes, según la zona

 


lesion en corredores

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Correr es una de las actividades físicas más practicadas en el mundo, pero también una de las que conlleva un alto riesgo de lesiones.

Esto se debe a que es un deporte de impacto repetitivo que, sin la técnica adecuada, una buena planificación y el equipo necesario, puede sobrecargar el cuerpo.

A continuación, analizaremos las causas, tipos y tratamientos de las lesiones más comunes en corredores, y cómo prevenirlas.

¿Por qué es tan común la lesión en corredores?

Las lesiones en corredores son comunes porque el cuerpo soporta fuerzas significativas con cada zancada. Durante el impacto, las articulaciones, músculos, tendones y huesos están sometidos a una carga que puede ser de 2 a 3 veces el peso corporal.

Factores como la intensidad del entrenamiento, una mala biomecánica, superficies de carrera inadecuadas y la falta de recuperación agravan el riesgo de lesiones.

Además, muchos corredores no siguen planes estructurados, lo que aumenta las probabilidades de sobrecargar sus tejidos.

Principales causas de estas lesiones

1. Mala pisada

Una pisada incorrecta (pronación o supinación excesiva) genera desalineaciones en las piernas, pies y caderas, aumentando el estrés en articulaciones como las rodillas o el tobillo.

Este problema suele estar relacionado con el uso de calzado inadecuado o una biomecánica deficiente.

2. Sobreentrenamiento

Correr largas distancias o aumentar el volumen de entrenamiento sin la recuperación necesaria o con las capacidades necesarias puede causar microtraumatismos acumulativos en músculos y huesos, lo que lleva a lesiones por uso excesivo.

3. Mala técnica

Una postura incorrecta, zancada demasiada larga o un aterrizaje con el talón generan un impacto mayor en las articulaciones y tendones, favoreciendo el desgaste.

4. Mala planificación de entrenamientos

El exceso de intensidad, la falta de periodos de descanso y la ausencia de variedad en el entrenamiento pueden generar desequilibrios musculares y lesiones.

Un plan mal diseñado no permite al cuerpo adaptarse a las cargas progresivas y al objetivo marcado.

 

¿Cuáles son las lesiones más comunes en corredores?

1. Fascitis plantar

La inflamación o degeneración de la fascia plantar, es un tejido que conecta el talón con los dedos, es común en corredores debido a la sobrecarga en el arco del pie.

El dolor es especialmente intenso en la base del talón al despertar.

2. Periostitis tibial

Dolor a lo largo de la parte interna o frontal de la tibia, causado por el estrés repetitivo en los músculos que la rodean.

Es habitual en quienes corren en superficies duras, con un calzado inadecuado o por déficit de la musculatura estabilizadora del pie.

3. Síndrome iliotibial

Esta lesión afecta la banda iliotibial, que recorre la parte externa del muslo desde la cadera hasta la rodilla.

El roce o compresión repetitiva de la banda contra el fémur produce dolor en la parte externa de la rodilla o inflamación de la bursa adventicia de la rodilla.

4. Tendinopatía rotuliana

Inflamación o degeneración del tendón que conecta la rótula con la tibia.

Es típica en corredores que aumentan rápidamente la intensidad del entrenamiento y en ocasiones asociada a déficits de movilidad articular.

5. Condropatía rotuliana

Desgaste del cartílago de la rótula, lo que genera dolor en la parte delantera de la rodilla, especialmente al subir o bajar escaleras, cuestas ó después de largos periodos sentado o de actividad muy intensa.

6. Tendinopatía del tendón de Aquiles

Esta lesión ocurre por la inflamación o degeneración en el tendón de Aquiles, debido a un aumento repentino en el kilometraje a una biomecánica deficiente o en tendones de corredores que llevan ya castigándose años.

7. Esguince colateral interno/externo de rodilla

Lesión de los ligamentos de la rodilla, causada por movimientos bruscos, cambios de dirección o terrenos irregulares.

8. Esguince de tobillo

Una lesión frecuente, provocada por torceduras que dañan los ligamentos del tobillo.

Es común al correr en superficies irregulares o al aterrizar incorrectamente.

9. Síndrome del piramidal

Dolor en la región glútea debido a la inflamación o espasmo del músculo piramidal, que puede comprimir el nervio ciático.

10. Lesión osteocondral

Daño en el cartílago y hueso subyacente de las articulaciones, provocado por impactos repetitivos.

Es una lesión que dependiendo del grado puede tratarse con terapias avanzadas como la MBST o magnetolith y PRP intraoseo en casos mas graves puede requerir atención quirúrgica.

11. Edema óseo

Hematoma en el interior de los huesos debido a microtraumatismos acumulados. Esta lesión suele ser muy dolorosa y limita significativamente la actividad física.

12. Fracturas por estrés

Pequeñas grietas en los huesos causadas por un exceso de carga y un descanso insuficiente. Las fracturas por estrés son comunes en la tibia y el metatarso.

¿Cuál es la lesión más típica o frecuente en corredores?

La fasciopatia plantar y la periostitis tibial son las lesiones más comunes en corredores.

Ambas se relacionan con el impacto repetitivo en los pies y las piernas. Estas afecciones suelen afectar a corredores principiantes o a quienes incrementan demasiado rápido su kilometraje sin la preparación y prevención adecuada.

¿Cómo prevenir las lesiones al correr?

  • Calzado adecuado: Escoge zapatillas que se adapten a tu tipo de pisada y peso te recomendamos que acudas a tiendas especializadas renueva el calzado regularmente.
  • Técnica correcta: Aprende a correr con una postura adecuada, aterrizando suavemente en el mediopié en ocasiones un entrenador especialista en carrera puede ser un buen consejero.
  • Planificación progresiva: Incrementa el volumen y la intensidad de forma gradual para evitar sobrecargar los tejidos.
  • Fortalecimiento muscular: Incluye ejercicios para fortalecer el core, glúteos, piernas, y pie mejorando la estabilidad y la resistencia.
  • Superficies adecuadas: Prefiere correr en terrenos planos y menos duros, como tierra o césped al comienzo para ir introduciendo distintos terrenos más exigentes.
  • Movilidad y calentamiento: Prepara los músculos y articulaciones antes de correr y realiza recuperación después de cada sesión.

Tratamientos más comunes para estas lesiones

  • Reposo relativo: Es fundamental en ocasiones para evitar agravar la lesión.
  • Aplicación de Termoterapia: modula la inflamación en las primeras etapas y mejora la circulación en fases posteriores.
  • Fisioterapia: Técnicas como TECARTERAPIA, EPI, ondas de choque Focales, Terapia manual ortopédica y Magnetoterapias de Alta intensidad son esenciales y efectivas para la recuperación en el mínimo espacio de tiempo.
  • Tratamientos de Medicina Biológica para reducir los tiempos de recuperación como los PRPs.
  • Plantillas personalizadas: Mejoran la biomecánica de la pisada.
  • Readaptación progresiva: Incluir actividades de bajo impacto, como natación ,ciclismo, y ejercicios de fortalecimiento antes de regresar al running.

¿Cómo debe recuperarse un corredor con lesión ?

  • Diagnóstico adecuado: Un especialista determinará el tipo y la gravedad de la lesión.
  • Rehabilitación supervisada: Un fisioterapeuta guiará el proceso de recuperación con ejercicios específicos y tratamientos adecuados.
  • Paciencia y progresión: No apresures el regreso al running; respeta los tiempos biológicos de recuperación y las recomendaciones de tu especialista.
  • Corregir causas: Analiza tus hábitos de entrenamiento, técnica y equipo para evitar recaídas.

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