viernes, 2 de octubre de 2020

TIPOS DE LESIONES DEPORTIVAS Y CAUSAS QUE LAS PROVOCAN

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Tipos de lesiones deportivas y causas que las provocan

Tipos de lesiones deportivas y causas que las provocan

2019-05-06

Practicar deporte es importante para mantener una buena salud: ayuda a prevenir y tratar el sobrepeso, la hipertensión y la diabetes, además de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, existe la posibilidad de que la práctica de ejercicio físico ocasione lesiones. En este artículo describimos las lesiones deportivas más comunes y sus causas, así como las principales medidas para prevenirlas y tratarlas.


Lesiones deportivas más comunes

Las lesiones deportivas pueden afectar a diferentes tejidos del cuerpo, incluyendo músculos, tendones, ligamentos, articulaciones o huesos. Entre los traumatismos más habituales asociados a la práctica deportiva se encuentran:

• Tendinitis. Consiste en la inflamación de un tendón, y suele originarse por la repetición de un determinado movimiento en el tiempo. Las tendinitis pueden conducir a diferentes lesiones deportivas, como la epicondilitis lateral (también conocida como codo de tenista), la epicondilitis medial (codo de golfista) o la tendinitis rotuliana (rodilla de saltador). Aunque ninguna de estas tres lesiones es exclusiva de deportistas, la epicondilitis lateral es frecuente en personas que practican deportes de raqueta; la epicondilitis medial, en personas que practican golf, deportes de raqueta o entrenamiento con pesas; y la tendinitis rotuliana, en personas que practican deportes en los que se salta repetidamente, como el baloncesto y el voleibol.

• Distensiones musculares. Consisten en la rotura de fibras musculares debido a un estiramiento repentino del músculo. Un ejemplo de distensión muscular habitual asociada al ejercicio es la de los músculos isquiotibiales, que se localizan en la parte posterior de los muslos; esta lesión se da con frecuencia al practicar deportes que implican correr rápido y detenerse bruscamente, como el fútbol, el baloncesto, el tenis o el running.

• Esguinces. Son torceduras bruscas de una articulación, que pueden incluir la rotura de ligamentos o fibras musculares próximas. Los esguinces más frecuentes cuando se practica deporte son los que afectan a muñecas, tobillos y rodillas.

• Daños del cartílago, como el que tiene lugar en los desgarros y roturas de menisco. Deportes como el tenis y el baloncesto, en los que se pivota sobre la rodilla, aumentan el riesgo a sufrir lesiones de menisco.

• Fracturas o roturas de hueso. Las más habituales al practicar deporte afectan a piernas, brazos, tobillos, muñecas y dedos de las manos o de los pies.

Aparte, las lesiones deportivas se pueden clasificar en agudas y crónicas. Las lesiones agudas se dan de forma súbita, como las fracturas o los esguinces, y sus síntomas más característicos son dolor repentino, inflamación y dificultad de movimiento. Por el contrario, las lesiones crónicas tienen un desarrollo más lento, ya que se producen por la repetición de un mismo movimiento durante un periodo de tiempo largo, como es el caso de algunas tendinitis. Las lesiones crónicas también provocan inflamación y suelen causar dolor incluso cuando se está en reposo. 


¿Por qué se producen y cómo prevenirlas?


Las lesiones deportivas pueden tener lugar por diferentes causas. Entre ellas se encuentran los accidentes (por ejemplo, las caídas), la falta de calentamiento antes de hacer ejercicio, el uso de un equipo deportivo inadecuado, una mala técnica o la falta de forma física para llevar a cabo el ejercicio.
Teniendo en cuenta estas causas, para reducir el riesgo a sufrir una lesión deportiva será necesario realizar ejercicios de calentamiento para preparar al cuerpo, hacer un ejercicio adecuado de acuerdo con la forma física, usar un equipo apropiado (calzado, rodilleras, espinilleras,...) y aprender las técnicas correctas, en especial al iniciar una actividad nueva. También existen geles de masaje a base de extractos vegetales como la árnica, el hipérico y la caléndula, destinados a la preparación y recuperación de músculos y ligamentos; estos se aplican antes y después de la práctica deportiva para ayudar a prevenir estas lesiones.


¿Qué hacer ante una lesión deportiva?


Es importante dejar de hacer ejercicio físico en el momento que se perciban los síntomas de una lesión, ya que continuar con la actividad puede empeorarla y retrasar la recuperación.
En los casos en los que aparezca un dolor intenso, haya sangrado abundante, exista sospecha de fractura o luxación, se haya producido una lesión grave en la cabeza, o cuando una lesión previa se inflame o duela, es necesario acudir a un centro de atención sanitaria. En caso contrario, los síntomas suelen mejorar guardando reposo, aplicando frío en la zona afectada varias veces al día y manteniendo en alto (por encima del corazón) la zona lesionada. Para mitigar el dolor y reducir la inflamación, también se puede acudir a la farmacia para la recomendación de los productos más adecuados, como analgésicos, antiinflamatorios o productos de aplicación tópica, como los sprays de efecto frío que proporcionan un alivio inmediato del dolor muscular o articular.

En cualquier caso, si estas medidas no son suficientes y los síntomas persisten será necesario recibir atención médica.

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