viernes, 18 de abril de 2014

Empatía sexual: disfrutar haciendo disfrutar

Empatía sexual: disfrutar haciendo disfrutar © Depositphotos.com/Konradbak
El sexo es cosa de dos (al menos casi siempre). La conexión y la reciprocidad entre ambos son esenciales para que una relación sexual sea satisfactoria. Y es ahí donde tiene su papel la empatía, que es muy importante. Conozcamos este concepto y cómo influye en la calidad de tus relaciones sexuales.

 La empatía en el sexo

La empatía es un concepto utilizado en Psicología que describe la capacidad de una persona para percibir las emociones de otra, así como para identificarse con ella, o sea, lo que comúnmente llamamos 'ponerse en el lugar del otro'. Es una pieza clave de la comunicación, el respeto, la ayuda y la aceptación de los demás.
Es posible que te preguntes: ¿qué tiene que ver esto con mis relaciones sexuales? Pues bien, tiene que ver, y mucho. El poder de la empatía en el sexo es enorme si tenemos en cuenta que se refiere a la capacidad que tienes de conocer a tu pareja y saber qué necesita y qué requiere en cada momento. Más allá de conocer sus gustos, deseos y preferencias, la importancia radica en la aceptación de todas estas necesidades y la implicación en otorgarlas con total entrega.
Y créeme, esta capacidad es muy importante para saber disfrutar del sexo. Según un estudio realizado por la Universidad de Baltimore, las personas con más empatía (o inteligencia interpersonal) disfrutan más del sexo. Se estudiaron a más de tres mil parejas midiendo la regularidad de sus orgasmos y el placer que sentían por recibir del otro en vez de por dar ellos. Los resultados hablaron por sí solos, pues se mostró que las personas que desarrollaban su empatía tenían mejores relaciones sexuales. 

¿Cómo puedo desarrollar mi empatía sexual?

No es una tarea fácil, pero es alcanzable si tienes clara tu intención y la importancia que tiene en tus relaciones. Lo primero es conocer a tu pareja. Tienes que saber cómo es, qué significa ser mujer u hombre, cuáles son sus necesidades, conocer sus deseos y sus fantasías y también sus temores y lo que no le gusta. En definitiva, debes conocer a la otra persona, y aún más: debes comprenderla.
Por fortuna, en la actualidad, la sexualidad es un concepto mucho más libre y más abierto que hace años. Hoy se puede hablar de sexo de forma más sencilla y sin tanta vergüenza, y esto también es vital para tus relaciones sexuales. Esta mayor libertad te permite conocer mejor tus propios gustos y necesidades, y también la posibilidad de expresarlos y compartirlos con tu pareja con el fin de añadir más conocimiento al bagaje sexual de la relación. Por tanto, no tengas miedo de darte a conocer y de comunicar qué es lo que te gusta y qué no, fomentando así la confianza y la comodidad en un terreno quizá algo embarazoso en un principio. Nunca menosprecies el valor de la comunicación en el sexo.

El egoísmo es enemigo del placer

Porque en el otro extremo está la persona egoísta que sólo mira por sí misma y únicamente anhela complacer sus propias necesidades. Este perfil de egocentrismo es característico de las personalidades narcisistas, aquellas que solo buscan su satisfacción. Es obvio que se trata de un estilo de persona del que hay que alejarse.
Darse a los demás es fundamental para mejorar tus relaciones sexuales. De hecho, en el estudio mencionado, la mayoría de hombres afirmaron que disfrutaban especialmente otorgando placer a sus parejas. Esto destierra el rol sexual del hombre que sólo busca su propio deseo sexual. Así que no caigas en ese error y recuerda que la clave de una buena relación sexual es entender que la satisfacción también debe ser cosa de dos.

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