En este post mencionamos tres lesiones habituales en corredores, y algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenirlas.
El running es una actividad que ha adquirido mucha popularidad en nuestro país, y es una de las opciones más saludables para cumplir con la cuota de actividad física diaria. Sin embargo, correr de forma regular puede provocar algunas lesiones, sobre todo cuando se exige el cuerpo más allá de lo que naturalmente puede soportar a una edad determinada.
¿Cuáles son los problemas más comunes en quienes realizan esta actividad?
Desgarro del tendón de Aquiles
La rotura o desgarro del tendón de Aquiles ocurre cuando el tendón se estira excesivamente. El desgarro puede ser parcial o total, y es habitual en personas que realizan actividades recreativas y deportes que sobrecargan ese cordón fibroso, como los corredores.
El tendón de Aquiles conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el hueso del talón, y su lesión es muy dolorosa. Si se desgarra es probable que oigas un chasquido, y luego sientas un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y la pantorrilla. Este cuadro afecta la capacidad de caminar correctamente.
¿Qué podés hacer para prevenir esta lesión?
Estirar y fortalecer los músculos de la pantorrilla para que ayuden al tendón a absorber parte de la carga durante la actividad.
Elegir bien las superficies sobre las que vas a correr, evitando superficies resbaladizas.
Usar calzado deportivo que se ajuste bien a tus pies, provea suficiente adherencia y amortigüe de forma adecuada los talones.
Aumentar gradualmente la intensidad del entrenamiento, ya que muchas lesiones del tendón de Aquiles ocurren por sobrecarga luego de una sesión excesivamente intensa.
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una inflamación del tejido grueso de la planta del pie, el cual puede desgarrarse si se lo estira o sobrecarga demasiado, causando inflamación, dolor y rigidez en la parte inferior del talón. Ocurre con frecuencia en corredores y atletas.
El tejido grueso de la planta del pie, llamado fascia plantar, tiene forma de arco. Su función es sostener el arco del pie y absorber la tensión de choque al desplazarse. Cuando el estrés soportado se vuelve demasiado grande, en ocasiones se producen estiramientos y pequeños desgarros que irritan o inflaman el tejido.
¿Qué podés hacer para prevenir esta lesión?
Realizar con frecuencia estiramientos de la fascia plantar y el tendón de Aquiles, y trabajar en fortalecer los músculos de la parte inferior de las piernas. Esto ayuda a absorber parte de la carga durante la actividad.
Usar calzado deportivo que se ajuste bien a tus pies, provea suficiente adherencia y amortigüe de forma adecuada la planta del pie.
No realizar cambios bruscos en la intensidad del entrenamiento, para evitar una sobrecarga muscular.
Rodilla del corredor
El síndrome de la banda iliotibial, también llamado "rodilla del corredor", se presenta como un dolor en la cara externa de la rodilla al correr, subir o bajar escaleras. Este dolor es causado por la inflamación de la bursa, una bolsa de deslizamiento que se encuentra debajo del tendón de la fascia lata, y el roce excesivo entre ella y el tendón.
Es una lesión que aparece a raíz de una combinación de factores, como la sobrecarga de la articulación, el mal apoyo y la debilidad de los músculos del core, una zona muscular que contiene el centro de gravedad del cuerpo.
¿Qué podés hacer para prevenir esta lesión?
Realizar con frecuencia estiramientos de la fascia lata, y trabajar en fortalecer los músculos de la zona media o core.
Usar una plantilla especial que compense el apoyo defectuoso (en casos de pie cavo-varo, por ejemplo).
Utilizar calzado deportivo que se ajuste bien a los pies, provea suficiente adherencia y amortigüe de forma adecuada la pisada.
Tres soluciones que pueden ayudar
En D.E.M.A. trabajamos en el desarrollo de productos que ayudan a todo tipo de deportistas a prevenir y recuperarse de lesiones físicas. Los corredores, o cualquier persona que necesite recuperarse de las lesiones mencionadas arriba, pueden confiar en estas soluciones:
La bota walker corta, un producto pensado para inmovilizar la zona a 90 grados durante el periodo de recuperación, evitando dolores y sobrecargas en el tendón de aquiles. La bota está confeccionada en plástico reforzado de 6 milímetros de espesor, y tiene suela antideslizante. Luego de la bota, se puede pasar a una tobillera con doble soporte en ocho de neoprene. La tobillera puede brindar la contención necesaria hasta la recuperación, ayudando a una correcta entrada en calor de la zona y ofreciendo estabilidad a los movimientos del tobillo.
La férula de neoprene para fascitis, especialmente diseñada para aliviar las molestias ocasionadas por la fascitis plantar, ayuda a elongar el tejido. Confeccionada en neoprene de 4 milímetros de espesor, es una solución muy cómoda de utilizar tanto durante el día como en la noche, y también puede usarse para mejorar casos de antepié caído.
Las rodillera articulada de neoprene, con doble sujeción superior e inferior en abrojo. Esta rodillera brinda contención a la articulación, y puede ayudar a reducir el dolor en cuadros de síndrome de la banda iliotibial. Se recomienda, asimismo, el uso de plantillas que ayuden a corregir la pisada.
Cualquiera de estos productos pueden adquirirse a través de nuestros punto de venta en todo el país. Podés encontrar uno cercano a tu ubicación usando nuestro mapa de ortopedias debajo.
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