¡Hola runners! En el post de hoy traemos toda la información sobre un gran desconocido: La rodilla del corredor. Aunque no le prestamos la atención necesaria, esta zona es de vital importancia para nuestra carrera y rendimiento. Por ello, hay que cuidarlas y tener unas buenas prácticas con el fin de evitar lesiones de rodilla. También existen numerosas marcas de zapatillas running que te ayudaran a una cómoda y confortable carrera, gracias a sus tecnologías en el sistema de amortiguación en la zona media de la zapatilla.
No despegues tus ojos de la pantalla porque lo que venimos a contar seguro que te interesa.
EL PILAR FUNDAMENTAL DEL CORREDOR: LA RODILLA
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La rodilla es una articulación sencilla, pero compleja desde un punto de vista de la lesión deportiva. También es importante conocer la clara relación biomecánica que existe con la cadera y el tobillo. Es cierto, que cualquier limitación o problema en estas articulaciones, se verá reflejada en la rodilla y viceversa. La rodilla está formada por dos estructuras articulares como son la tibiofemoral y la patelofemoral.
Los dos principales grupos musculares que rodean la articulación de la rodilla son el cuádriceps y los isquiotibiales; ambos tienen la función de mover y estabilizar la rodilla.
PRINCIPALES MOVIMIENTOS DE LA RODILLA
El movimiento principal de la rodilla es en el plano sagital (flexión y extensión), y debe ser mínimo en el plano transverso y frontal. Hay corredores que presentan un valgo de rodilla (movimiento hacia dentro). En este caso, se produce una compresión en la zona lateral de la rodilla y distensión en la zona interna. Por el contrario, el corredor puede presentar un genu varo (movimiento hacia fuera). Entonces, se producirá una compresión de la zona interna de la rodilla y distensión de la zona lateral. Por todo esto es importante un análisis biomecánico de la estructura corporal del corredor y su técnica de carrera. También es recomendable elegir un modelo de zapatillas adecuado para prevenir lesiones de rodilla una de las articulaciones más importantes de nuestro cuerpo.
Otra de las zonas importantes en la rodilla es la articulación patelofemoral. Consiste en la articulación de la rótula de forma triangular, encerrada en el tendón rotuliano. Muchas de las lesiones en el corredor están relacionadas con esta zona. En este lugar del cuerpo podemos encontrar lesiones tipo: como son la tendinopatía rotuliana, síndrome de la cintilla iliotibial, la condromalacia o el síndrome de estrés patelofemoral, que explicaremos a continuación.
LESIONES DE RODILLA MÁS COMUNES
SÍNDROME DE ESTRÉS
El síndrome de dolor patelofemoral es la lesión más habitual en los runners. El movimiento que suele producir esta patología es un claro aumento del valgo de rodilla. Esto se traduce en que se produce una báscula de la pelvis y el fémur se desplaza hacia dentro. La rodilla también sufre ese mismo desplazamiento y el pie tiene un aumento de pronación.
La utilización de una zapatilla muy blanda, poco estable o gastada suele ser uno de los factores de riesgo más elevados de sufrir este tipo de lesión. El dolor característico suele ser al correr, subir o bajar cuestas, no suele ser sencillo localizar la zona del dolor, suele escucharse chasquidos al flexionar y extender las rodillas, en ocasiones suele aparecer una pequeña hinchazón alrededor de la rótula.
Los tratamientos más adecuados, además de visitar al fisioterapeuta y al podólogo, suelen ser la utilización de una zapatilla acorde a tu peso, pisada, terreno y ritmo/distancia, mejorar la técnica de carrera, un adecuado programa de fortalecimiento de la musculatura del aparato locomotor (glúteos y vastos principalmente) o el uso de plantillas a medida.
DEGENERACIÓN DE CARTÍLAGO EN LA ZONA DE LA RÓTULA
Cuando se produce degeneración del cartílago de la rótula, en ocasiones es debido a un desgaste por sobre uso y causado por una desalineación de la rótula. Por ejemplo: un golpe directo, falta de tono muscular o un exceso de pronación del pie, es probable que estemos ante una condromalacia rotuliana. Los síntomas más habituales son dolor difuso en la zona de la rótula, que aumenta al subir o bajar escaleras, notar chasquidos al flexionar o extender la rodilla.
TENDINOPATÍA ROTULIANA
Otro de los problemas habituales, aunque afecta menos a los runners, es la tendinopatía rotuliana. Esta lesión se caracteriza por un dolor más intenso al saltar o realizar cambios de dirección. La principal característica que define al tipo de dolor es que suele ser fácil de localizar, justo debajo del polo inferior de la rótula, y lo agrava actividades de alta energía como saltar.
SÍNDROME DE LA RODILLA DEL CORREDOR
Otra de las lesiones más habitual en la rodilla se sitúa en la zona lateral externa. Suele estar relacionado con el síndrome de la cintilla iliotibial. Antiguamente se creía que era un problema causado por el roce y fricción de la cintilla iliotibial (banda fibrosa que proviene del tensor de la fascia lata principalmente) a su paso por el cóndilo externo del fémur; sin embargo estudios recientes parecen descartar esta teoría y asociar su dolor a una compresión de la banda con la grasa o una bursa situada debajo de la banda.
El síndrome de la cintilla iliotibial afecta sobre todo a corredores de media y larga distancia, y es la segunda lesión más habitual en el corredor, después del dolor patelofemoral. Por ser tan habitual se ha denominado “rodilla del corredor”. Es importante diferenciar ese dolor en la cara lateral de la rodilla con otros similares como el producido por la tendinopatía del bíceps femoral (del grupo muscular isquiotibial).
Aquellos corredores que presentan un ángulo de aducción de cadera muy marcado parece ser que favorece la aparición de esta lesión, junto con un aumento de la rotación interna de rodilla, déficit muscular de abductores o un exceso en la velocidad de pronación del pie. Correr en terrenos inestables, con desniveles o en cuesta, así como cambiar de superficie constantemente o el desgaste del calzado, mala elección o pérdida de amortiguación en las zapatillas también son factores de riesgo.
¡Bueno runners! En definitiva, si queréis mantener alejadas las lesiones de rodilla más habituales al rodar, debéis controlar vuestros entrenos, ejercitar la fuerza, mejorar la técnica de carrera y elegir unas zapatillas adecuadas.
¡Con estos consejos, conseguiréis seguir disfrutando del running!
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