Los antibióticos naturales, en cambio, no irritan ni estimulan artificialmente al organismo, sino que lo ayudan a equilibrarse, respetando los tiempos de curación necesarios. Asimismo, no tienen efectos secundarios y ayudan a reforzar el sistema de defensas del cuerpo. Y un punto importante: son más accesibles y los encontramos en la mayoría de nuestros hogares. El ajo: Es el antibiótico natural por excelencia, ideal para el tratamiento de enfermedades respiratorias y del aparato excretor. Es muy eficaz para curar gripes, resfriados, sinusitis, infecciones por cándidas y gripes digestivas. ¿Un ejemplo? Para curar un resfriado solo tienes que tomar un diente de ajo crudo cinco veces al día. Otra opción es machacar el ajo con perejil y tomarlo con una cucharada de miel y zumo de limón natural. La cebolla: De la misma familia del ajo, combate infecciones, bacterias, depura el cuerpo y aniquila organismos nocivos. Es otro de los grandes remedios naturales para combatir infecciones respiratorias. El limón: Otro de los antibióticos que la naturaleza nos brinda. Este fruto constituye un bactericida poderoso que ayuda a la prevención y colabora haciendo que el tiempo de recuperación de las afecciones sea más breve. Para consumirlo, lo más simple es exprimirlo y diluir su jugo en agua. La equinácea: La eficacia de este antibiótico natural se encuentra en sus propiedades antimicrobianas, situándolo como una verdadera alternativa a los productos químicos. Es excelente para combatir bacterias y hongos, tratar la piel, reforzar el sistema de defensas y curar catarros. Además, tiene la capacidad de estimular el sistema inmunitario, produciendo más glóbulos blancos. Por lo general, la equinácea se consume en cápsulas. El jengibre:La capacidad antibacteriana del jengibre y su tolerancia a los microorganismos de la flora intestinal le permiten mejorar la riqueza de ésta, eliminando los microorganismos perjudiciales. Este alimento sirve para evitar gastroenteritis y úlceras, así como para tratar resfriados, reducir la tos y expectorar las mucosidades. El jengibre puede tomarse en cápsulas o como té, hirviendo una porción de la raíz en una taza de agua. Algunos trucos Si tienes tos, puedes tomar regaliz, pues alivia la congestión y elimina las flemas. Utiliza la decocción de la corteza de raíz en agua hervida durante diez minutos. La miel tiene propiedades antisépticas, cicatrizantes, expectorantes y vigorizantes. Una cucharada cada mañana ayuda a aumentar la hemoglobina, es energizante y previene las infecciones. Las inhalaciones e infusiones de romero son efectivas para eliminar las infecciones y ayudar al cuerpo a recuperarse de la enfermedad.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
ANTIBIOTICOS NATURALES
Los antibióticos naturales, en cambio, no irritan ni estimulan artificialmente al organismo, sino que lo ayudan a equilibrarse, respetando los tiempos de curación necesarios. Asimismo, no tienen efectos secundarios y ayudan a reforzar el sistema de defensas del cuerpo. Y un punto importante: son más accesibles y los encontramos en la mayoría de nuestros hogares. El ajo: Es el antibiótico natural por excelencia, ideal para el tratamiento de enfermedades respiratorias y del aparato excretor. Es muy eficaz para curar gripes, resfriados, sinusitis, infecciones por cándidas y gripes digestivas. ¿Un ejemplo? Para curar un resfriado solo tienes que tomar un diente de ajo crudo cinco veces al día. Otra opción es machacar el ajo con perejil y tomarlo con una cucharada de miel y zumo de limón natural. La cebolla: De la misma familia del ajo, combate infecciones, bacterias, depura el cuerpo y aniquila organismos nocivos. Es otro de los grandes remedios naturales para combatir infecciones respiratorias. El limón: Otro de los antibióticos que la naturaleza nos brinda. Este fruto constituye un bactericida poderoso que ayuda a la prevención y colabora haciendo que el tiempo de recuperación de las afecciones sea más breve. Para consumirlo, lo más simple es exprimirlo y diluir su jugo en agua. La equinácea: La eficacia de este antibiótico natural se encuentra en sus propiedades antimicrobianas, situándolo como una verdadera alternativa a los productos químicos. Es excelente para combatir bacterias y hongos, tratar la piel, reforzar el sistema de defensas y curar catarros. Además, tiene la capacidad de estimular el sistema inmunitario, produciendo más glóbulos blancos. Por lo general, la equinácea se consume en cápsulas. El jengibre:La capacidad antibacteriana del jengibre y su tolerancia a los microorganismos de la flora intestinal le permiten mejorar la riqueza de ésta, eliminando los microorganismos perjudiciales. Este alimento sirve para evitar gastroenteritis y úlceras, así como para tratar resfriados, reducir la tos y expectorar las mucosidades. El jengibre puede tomarse en cápsulas o como té, hirviendo una porción de la raíz en una taza de agua. Algunos trucos Si tienes tos, puedes tomar regaliz, pues alivia la congestión y elimina las flemas. Utiliza la decocción de la corteza de raíz en agua hervida durante diez minutos. La miel tiene propiedades antisépticas, cicatrizantes, expectorantes y vigorizantes. Una cucharada cada mañana ayuda a aumentar la hemoglobina, es energizante y previene las infecciones. Las inhalaciones e infusiones de romero son efectivas para eliminar las infecciones y ayudar al cuerpo a recuperarse de la enfermedad.
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