10 hábitos (sencillos) para mantener una salud física, mental y emocional óptimas
¿Qué te parece incorporar alguno de estos en tu nuevos hábitos saludables?
1.- Haz deporte todos los días.
Sé que no tenemos tiempo… O sí. Una simple tabla de ejercicios para realizar en 10-15 min. o subir siempre por las escaleras podría ser suficiente para aquellos más atareados. No todo el mundo puede practicar regularmente un deporte (si tú puedes, hazlo!), pero sí ejercicio físico, por supuesto adaptado a la edad en cada caso. Nadar, correr, o simplemente andar, está al alcance del 95% de la población. Por otra parte el deporte es el rey de las aficiones, pero lo ideal es tener varias de ellas: cine, música, teatro, viajes, gastronomía… El ocio da, sin duda, calidad de vida.
2.- Lee.
No es suficiente con leer la prensa, una revista, o una entrada de Wikipedia porque sentimos curiosidad por la vida de un actor. “Lee libros”. Pero no solo los que obligatoriamente deben leerse por el trabajo o los estudios. Lee por puro deleite. Lee lentamente, por la noche. Aprendiendo o simplemente disfrutando de la historia. Un hábito extraordinariamente positivo para el bienestar emocional es leer libros de divulgación científica, ya que de ciencia, seamos honestos, la mayoría no sabe nada, y resulta altamente estimulante entender la teoría de la relatividad, qué es un agujero negro, o conocer las especulaciones de los científicos más rigurosos en torno al futuro de la Humanidad.
3.- Mantén el contacto con el medio ambiente.
España es un país que goza de un clima excelente. Está claro que lo más recurrente es apuntarse a un gimnasio, pero si tu tiempo o ubicación te lo permite, da un paseo por el monte de vez en cuando. Recomendamos especialmente el senderismo. Y si puedes ir a la playa, báñate en el mar, incluso fuera de temporada (aunque esté el agua muy fresquita).
4.- Desarrolla tu inteligencia emocional.
La vida es, en ocasiones, muy dura. Pero objetivamente las cosas son lo que son, y desde luego los problemas no se solucionan dramatizando o atormentándose de más. La mayoría de problemas tienen solución, pero para encontrarla se debe tener una actitud madura, tranquila, inteligente, positiva y constructiva. Una buena actitud vital es el optimismo-realismo. Como dijo Benjamín Disraeli: “I am prepared for the worst, but hope for the best.” (“estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor”), si bien personalmente me gusta más una máxima muy similar: “Espera lo mejor, prepárate para lo peor, y al final acepta lo que venga”.
5.- Controla tu peso ideal…
Así como las cifras adecuadas de tensión arterial, colesterol, triglicéridos…, manteniendo siempre los niveles normales. Si llevas una vida sana, no vas a tener ningún problema. Sin llegar a ser hipocondríaco, sí resulta conveniente realizarse una analítica completa al menos una vez al año.
6.- Sonríe.
Esta es muy simple: sonríe, y nada más. Encuentra motivos para sonreír, porque los hay, y en caso de duda: sonríe. Sonríe mucho a tus amigos y sonríe serenamente a los que se consideren tus enemigos. Sonríe a todo en mundo, empezando por ti mismo.
7.- Ten siempre un objetivo.
“No me llames iluso porque tenga una ilusión”. Hablamos de retos, objetivos personales y/o profesionales. Es bueno tener varios al mismo tiempo, de modo que la no consecución de uno de ellos no nos haga sentir frustración. Luchar por conseguir estas metas, sin duda nos mantiene vivos, despiertos, activos e ilusionados. Sobre todo, intenta ser feliz en el trabajo. No todo el mundo puede dedicarse a aquello que más le apasiona, pero en cualquier actividad hay algo apasionante (solo hay que buscarlo).
8.- No te automediques.
Si no te duele nada, estás bien. Si te duele muy poco, también estás bien. Y si te duele mucho, no busques en Internet; ve al médico. Los medicamentos, salvo los más populares e inocuos, siempre los receta el facultativo, y deben ingerirse respetando estrictamente las instrucciones.
9.- Sé tú mismo.
Toma buenas decisiones, sé libre a la hora de tomarlas. Si puedes elegir, elige hacer lo que más te guste. Que no te preocupe lo que piensen los demás. No des demasiadas explicaciones; tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las merecen… Puedes cometerlos, pero no insistas en los errores. No “persigas” a una persona que no desea relacionarse contigo (y mucho menos a un/a ex). Haz exactamente lo que te apetezca en cada momento de tu vida, aquello que te haga feliz; sé totalmente libre con el único e importante límite de la libertad de los demás.
10.- Ama.
Ama las personas que hay en tu vida, empezando por ti mismo, sobre todo a las que has elegido en un momento del camino. Ama a tu familia y amigos cercanos. Con el resto, sé educado, generoso, amable, sincero, honrado, “buena persona”… Que tu actitud normal sea afable, y no beligerante. Obviamente la vida no es un camino de rosas, y se debe mantener el carácter, la garra, e incluso ser ambicioso en la búsqueda de los citados retos y objetivos, pero siempre respetando las reglas del juego limpio, exhibiendo valores, noblemente, no perjudicando a nadie.
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